La era digital ha transformado radicalmente el panorama empresarial, y en 2025 la migración a la nube es más que una opción: es un imperativo estratégico para toda empresa mexicana que busque mantenerse competitiva. Analistas ya predicen que 7 de cada 10 cargas de trabajo críticas estarán en la nube antes de 2026, lo que refleja una tendencia imparable.
Este cambio no solo permite a las empresas optimizar operaciones y reducir costos, sino que habilita el acceso a tecnologías como inteligencia artificial (IA), aprendizaje automático (ML) e Internet de las cosas (IoT), fundamentales para la innovación.
En México, la adopción del cloud computing continúa en auge en 2025, impulsada por la necesidad de transformación digital, la inversión de grandes empresas y la creciente demanda de servicios en la nube pública. Los principales actores como AWS, Microsoft Azure y Google Cloud están consolidando su presencia con centros de datos y plataformas para impulsar la innovación, especialmente en áreas como la inteligencia artificial, aunque las empresas enfrentan retos como la seguridad, la compatibilidad de sistemas y el cumplimiento normativo.
Las empresas mexicanas están priorizando la transformación digital para mejorar la eficiencia operativa, lo que las lleva a adoptar soluciones escalables y basadas en la nube.
El mercado de la nube en México se ha consolidado, con un crecimiento significativo en la inversión en infraestructura y servicios de nube.
Las empresas se benefician de la escalabilidad, flexibilidad, y la posibilidad de pagar solo por los servicios que consumen, evitando grandes inversiones en infraestructura física.
Gigantes como Microsoft, Amazon Web Services (AWS) y Google Cloud ofrecen servicios en la nube en el país.
Microsoft, en particular, ha establecido una región de centros de datos en México, lo que permite a las empresas mantener sus datos dentro del territorio nacional y cumplir con las regulaciones locales.
México se beneficia de una mejor conectividad global, incluyendo la construcción de nuevos cables submarinos que mejoran el acceso a la nube.
Las leyes mexicanas de protección de datos, como la Ley Federal de Protección de Datos Personales, son un factor importante a considerar para el alojamiento de datos en la nube.
Las empresas que adoptan estrategias de nube están mejor posicionadas para competir e innovar, aprovechando las tecnologías como el aprendizaje automático y analíticas avanzadas.
Se proyecta que el SaaS sea el segmento dominante en el mercado de nube pública mexicana, con el mayor volumen de negocio en 2025.
La colaboración entre el gobierno (Secretaría de Economía) y AWS busca fortalecer el ecosistema de innovación, impulsando la IA para el desarrollo tecnológico nacional y la creación de talento.
Más de 495,000 empresas mexicanas ya utilizan IA, y esta tendencia se acelera a través de plataformas como las ofrecidas por AWS y Google Cloud, que promueven el uso de IA generativa y otras tecnologías de vanguardia.
Entender aplicaciones, datos y dependencias existente. Definición de objetivos claros: reducción de costos, agilidad, innovación, entre otros.
Híbrido, multi-cloud o full-cloud según necesidades.
Microsoft Azure, AWS o Google Cloud según el caso. Desarrollo de estrategia integral: planificando tipos de migración (rehosting, refactoring, etc.) y fases.
La seguridad de los datos y el cumplimiento de las regulaciones locales siguen siendo retos importantes para las empresas que migran a la nube.
La compatibilidad con los sistemas de software y hardware existentes en las empresas puede generar dificultades durante la transición.
La gestión de los tiempos de inactividad durante la migración y la necesidad de un soporte continuo para las nuevas soluciones en la nube son aspectos críticos.
El cloud computing en México ha experimentado un rápido crecimiento impulsado por la demanda de transformación digital, con empresas líderes estableciendo centros de datos en el país. Los servicios en la nube ofrecen a las empresas mexicanas beneficios como escalabilidad, flexibilidad y eficiencia de costos, permitiéndoles innovar y competir en un mercado cada vez más digital. Además, la inversión en infraestructura de la nube está en aumento, y la adopción de servicios cloud se alinea con los objetivos de modernización y cumplimiento de normativas de datos.